Tras un recorrido de unas 3 horas atravesando campos de argán y pueblos bereberes, se llega a esta pintoresca ciudad portuaria. Allí podrás pasear por su medina amurallada, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, descubrir su animado puerto pesquero, disfrutar de su amplia playa y recorrer sus callejuelas llenas de tiendas de artesanía, galerías de arte y cafeterías con vistas al mar. Es un destino perfecto para relajarse, saborear mariscos frescos y sumergirse en el ambiente tranquilo y bohemio que contrasta con la vibrante Marrakech.

ESSAOUIRA: ENCANTO COSTERO