A solo una hora de Marrakech, el Valle de Ourika ofrece un respiro entre montañas, ríos y aldeas tradicionales. Durante la excursión se recorren paisajes verdes, se visita una casa bereber, y se disfruta de las cascadas de Setti Fatma con una caminata ligera. Es una experiencia ideal para conectar con la naturaleza y descubrir la vida local del Atlas.



